Segunda parte

-¿Cómo viviste el momento en el que determinaste ponerle fin a tú carrera deportiva?
Fue de a poco debido a mi patología de base, que es secuela de poliomielitis, comencé a tener problemas de fatigas musculares. Primero no se percibía en el resultado deportivo, con descansos y trabajos diferenciados, pero ya a partir de 2005 comencé a tener un rendimiento inferior en cuanto a resultados deportivos. En los primeros momentos los relacionaba con una lógica saturación, ocasionada por el desempeño desde 2004 de mi actividad laboral. Hasta que en 2009 tuve un síndrome vertiginoso unos días antes de partir con la Selección Nacional a competir en los Juegos Panamericanos de Tenis de Mesa en Venezuela, y con ese episodio tomé la decisión de dar por finalizada mi participación en competencias, nacionales e internacionales.

-¿Por qué decidiste dejar esa etapa de logros y de gloria, que tanto tiempo te acompañó en tú vida, y que tanta felicidad se encargaba de acariciar tú alma?
Cuando a través de los años se ha tenido la posibilidad de estar en las instancias definitorias, cuando por alguna razón no se puede continuar en esas posiciones, internamente uno siente que ya ha sido suficiente y que es hora de buscar otros horizontes. Eso es lo que en ese momento me llevó a ir pensando y moldeando esa toma de decisión.

-¿Te afectó dicha decisión, o te sentiste de alguna manera, que ya habías logrado tus propósitos, objetivos, anhelos y sueños?
Paradójicamente, en esos momentos, me encontraba abocado a muchos compromisos en la gestión como Director de la CONADIS y fue como una transición que hizo que fuera casi una decisión que veía venir, y al mismo tiempo, tenía la posibilidad de promover la difusión y el conocimiento del
deporte adaptado a nivel nacional por medio de jornadas y cursos en los que además, los participantes que eran afines a la actividad deportiva, tenían la posibilidad de “vivenciar” por un momento, una situación de discapacidad, al utilizar una silla de ruedas para jugar al tenis de mesa, o recorrer instalaciones en las mismas sorteando obstáculos. Desde 2005 hasta 2017 que fue mi último año en la CONADIS, tuve la oportunidad de organizar estas actividades en casi todo el país, a excepción de 2 provincias. Tierra del Fuego y San Juan.

-¿Tú experiencia dentro del deporte sobre silla de ruedas, te llevó a estar relacionado en algún momento al plano dirigencial?
Si, tuve la oportunidad de haber sido electo para integrar la Comisión Directiva de la FADESIR (FEDERACIÓN ARGENTINA DE DEPORTES SOBRE SILLA DE RUEDAS) en un par de ocasiones, de la que he llegado a ser Vice presidente en un período y también en un período previo al actual, cuando la FADESIR se dividió en COMITES por deporte; también fui en una oportunidad, Director del CATEMSI (COMITÉ ARGENTINO de TENIS de MESA sobre SILLAS de RUEDAS).

– Nos conocimos allá por el año 1997, en el Gran Encuentro Nacional de Basquetbol Sobre Sillas de Ruedas, donde por primera vez se realizó la “Copa Provincia de Buenos Aires”, y participaron dos equipos, “Selección Provincia de Buenos Aires vs Selección Resto del País”, se realizó en el Polideportivo de Racing Club de Avellaneda. Un partidazo, donde se impuso “Resto del País” por 46 a 45, y el programa de Polideportivo conducido por Fabian Minotto, por TyC Sports, lo mencionó como el mejor evento deportivo de ese fin de semana, – ¿Qué significó ese evento, para vos y los demás deportistas?
Fue un evento muy bueno, el cual que nos permitió, a muchos como en mi caso, conocer las instalaciones del polideportivo de avellaneda; además, permitió visibilizar el esfuerzo y las ganas, que los deportistas le ponemos a lo que forma parte fundamental de nuestras vidas. Además, otra característica fue el reconocimiento a los deportistas que habíamos obtenido medalla en los Juegos Paralímpicos de Atlanta, Estados Unidos, en 1996.

A pesar del tiempo que insume la práctica de deportes de alto rendimiento, pudiste recibirte de periodista deportivo, -¿como fue esa experiencia?
La comunicación siempre fue algo que me apasionó desde chico. Con un amigo de la infancia, tomábamos el suplemento deportivo de algún periódico de mi papá y grabábamos en un grabador un partido de fútbol imaginario, en el que nos turnábamos el relato y la locución una vez cada uno. Esas fueron mis primeras armas, que luego de muchos años, cuando tuve un auto que podía manejar por mis propios medios, pude estudiar, en un centro de estudios superiores, dentro de todo, con menos barreras que el Círculo de Periodistas Deportivos, que por entonces, año 1987, era el único que otorgaba el título oficial. Debo mencionar además, a un amigo que ya no está con nosotros, Marcelo Real, que en ese momento tenía un programa deportivo en lo que era Radio Belgrano “MUNDO VITAL”. Él y otro gran amigo Edgardo Bonzi, también periodista deportivo, me invitaron a participar en su programa, con el objetivo de difundir las distintas competencias y resultados de las mismas, en deportes sobre silla de ruedas. Así fue como me decidí a estudiar para estar a la altura de las circunstancias. Como en cada parte de mi vida, doy gracias a Dios por poner en mi camino lo que en un primer momento fue un vamos a intentar, para después haber sido una experiencia sumamente enriquecedora que duró algunos años en ese espacio y a la que se sumó otra participación también del mismo tenor, en Radio Nacional A:M. A partir de esos comienzos, vinieron otras participaciones, ya en T.V, en un programa de Villa Ballester con la periodista Silvia Bravi, a quién también agradezco haberme dado la posibilidad de formar parte de su programa, haciendo entrevistas relacionadas con deportes, ya de manera audiovisual, todo un desafío para un cronista en silla de ruedas como en mi caso. Fueron algunas de mis experiencias tanto en medios radiales, como televisivos, algo, que a pesar de haber evolucionado en muchos aspectos a nivel social, lamentablemente no es común, ver o conocer, profesionales de la comunicación con discapacidad. No creo que se deba a que no existan, sino me inclinaría más a la idea, que así como no existen demasiados espacios en ámbitos laborales en general, tampoco los hay en el mundo de los medios de comunicación. Y como si fuera chico aún me pregunto: ¿Y por qué?

Juan Carlos Gaiarin
Director