“La validación del otro construye sujetos que se incluyen, que se sienten y son parte de una comunidad.”

Las PCD (Personas con discapacidad) gozan de derecho a tener acceso a  formatos accesibles, para ello es necesario tomar las medidas pertinentes para que puedan desarrollar y utilizar su potencial creativo, artístico e intelectual, no solo en su propio beneficio, sino en el de la sociedad en su conjunto. En apoyo a su identidad cultural y lingüística, incluido el lenguaje de señas, la cultura de sordos y otras patologías. A fin de  que las PCD puedan participar en igualdad de condiciones con las demás.

Llamamos “discurso” a la elaboración de mensajes mediante recursos expresivos, orales, escritos o iconográficos, socialmente aceptados con la finalidad de transmitir un mensaje. Estos  reflejan a la sociedad en la que están  inmersos, es decir que podemos comprender las relaciones sociales por medio de ellos. Siempre son complejos y heterogéneos, apropiados a cada contexto y en el sentido de un proceso interactivo, no meramente transmisión de información, en un campo de acción muy vasto. 

La combinación de varios enunciados forman un texto, y todos deben ser entendidos como hechos comunicativos que se desarrollan en tiempo y espacio. Quiénes participan utilizan instrumentos apropiados respetando las normas de interpretación.  Es decir que para comprender un discurso, no es suficiente el texto, debemos tener en cuenta los elementos aportados por el contexto y quiénes son los destinatarios.

La comunicación es concebida como un espacio transdisciplinar y multidisciplinar que se vincula directamente con el fenómeno cultural, e involucra lo político y lo social en “su carácter de proceso productor de significaciones y no de mera circulación de información”, donde el receptor no es solo un decodificador sino también un productor.  (Martín Barbero, 1987)

Esta combinación hará posible avanzar en la constitución de sujetos cada vez más autónomos y solidarios, que analicen críticamente, tanto el acervo cultural que las generaciones anteriores han desarrollado como los actuales, que puedan ampliar sus horizontes de expectativas, su visión de mundo y ser propositivos frente a las problemáticas o situaciones que quieran transformar.

Esto es posible si se concibe a los receptores  como productores de pensamiento, de símbolos, de conocimientos. La escucha, la circulación de la palabra, el reconocimiento de la heterogeneidad, el respeto por la diferencia de saberes, de historias, de estilos culturales, de generaciones, entre otros aspectos, son fundamentales para un acercamiento intersubjetivo que se perciba como legítimo desde las dos partes de la relación.

La validación del otro construye sujetos que se incluyen, que se sienten y son parte de una comunidad.

    La riqueza de la reflexión radica en el análisis de estos procesos de mediación que articulan la relación entre los sujetos, las prácticas y los proyectos de transformación, mediante la superación de un enfoque que reduzca el abordaje del objeto a un mero conjunto de definiciones. Resulta adecuado establecer entonces un espacio particular dedicado al análisis de esta imbricación de sentido que existe entre la comunicación, la cultura y la sociedad. 

 Las PCD gozan de derecho a tener acceso a  formatos accesibles, para ello es necesario tomar las medidas pertinentes para que puedan desarrollar y utilizar su potencial creativo, artístico e intelectual, no solo en su propio beneficio, sino en el de la sociedad. En apoyo a su identidad cultural y lingüística, incluido el lenguaje de señas, la cultura de sordos y otras patologías. A fin de  que las PCD puedan participar en igualdad de condiciones con las demás.

Mónica Ghisolfo
Asesora Cultural